Las Zamias pertenecen al género Zamia de la familia Zamiaceae. La familia Zamiaceae, junto con la familia Cycadaceae, conforman el orden Cycadales, comúnmente conocido como las “Cycadas”. Las Cycadas son Gimnospermas, plantas que producen polen y semillas en conos, que se distribuyen principalmente en las zonas tropicales y subtropicales del mundo.
En el Neotrópico se distribuyen casi la mitad de las especies del mundo (cerca de 150 especies), y existen representantes de 4 de los 10 géneros de Cycadales. Existen especies de Cycadas en ecosistemas tropicales desde el sureste de Norteamérica hasta la Amazonía en Suramérica, incluyendo islas del Caribe. A nivel mundial, la mayoría de las especies amenazadas de Cycadas se encuentran en América. En Suramérica hay 32 especies de Zamia, de las cuales 26 se encuentran en Colombia.
El género Zamia tiene 83 especies aceptadas en la actualidad, distribuidas en el sureste de Norteamérica, Centroamérica, el Caribe y el norte de Suramérica. Un grupo de especies similares están en Florida, el Caribe y en México; hay otro grupo en Centroamérica (principalmente en Costa Rica y en Panamá), y un grupo en Suramérica en Colombia y otros países de la Amazonía. En el Caribe se encuentran 10 especies, 6 de las cuales se distribuyen en Cuba y otras islas. En Centroamérica, México cuenta con 18 especies, Panamá con 17 especies y, existen otras 11 especies en otros países. En Suramérica, Colombia tiene 26 especies (algunas compartidas con Panamá, Ecuador, Brasil y Venezuela), y se han registrado otras 12 especies en el resto de los países amazónicos.
Entre todos los géneros de Cycadales, el género Zamia se destaca por la diversidad en hábitos de crecimiento y de hábitats donde se distribuyen las especies. Algunas especies tienen tallos arborescentes de hasta 10 metros de altura y 20 cm de diámetro, solitarios o raramente ramificados; otras tienen tallos subterráneos de pocos centímetros, e incluso hay una especie epífita y varias que crecen en acantilados rocosos. Las especies de Zamia tienen los tallos lisos, sin cicatrices de las hojas, y no producen pequeños clones (como otras cycadas). Las hojas son compuestas, arregladas en una corona en el ápice del tallo. Las hojas pueden medir menos de 1 metro o hasta 5 metros de longitud y tener muchos folíolos pequeños (>100) o pocos (2 a 10) folíolos grandes. La variabilidad morfológica de las estructuras reproductivas (conos, polen, semillas) es baja, pero existe variedad de tamaños y colores en estas estructuras. En cuanto a su hábitat, existen especies de Zamia en dunas costeras, enclaves desérticos, acantilados, sabanas, bosques secos, bosques húmedos de tierras bajas y montanos y hasta en manglares.
Colombia tiene 26 especies de Zamia reconocidas actualmente, pero existen otras especies potencialmente nuevas, y probablemente otras especies aún por descubrir. Colombia tiene 11 especies en las Cordilleras Andinas y Valles interandinos, entre elevaciones de 0 a 2000 metros. Los bosques húmedos de tierras bajas del Chocó biogeográfico desde Panamá hasta Ecuador albergan 15 especies, y Colombia tiene 7 de esas especies. Los bosques de tierras bajas de toda la cuenca amazónica tienen 9 especies, 6 de las cuales se distribuyen en Colombia.
Existe una especie en el Caribe en La Guajira (Zamia muricata), y otras 11 especies andinas: dos especies en el piedemonte hacia el Caribe y una hacia el Bajo Cauca (Z. restrepoi, Z. melanorrhachis, Z. sinuensis), una especie en la serranía de Abibe y zonas aledañas (Z. disodon), dos especies en el Magdalena medio (Z.imbricata, Z. incognita), una especie en los enclaves secos del Chicamocha en la cordillera oriental (Z. encephalartoides), una especie hacia el sur de la cordillera oriental (Z. huilensis), una especie en la cordillera central (Z. tolimensis) y, tres especies en la cordillera occidental (Z. wallisii, Z. montana, Z. oligodonta). Existen 7 especies en la región del Chocó biogeográfico en Colombia: una especie en la zona del Darién (Z. manicata), dos especies con amplia distribución desde los departamentos de Chocó hasta el Valle del Cauca (Z. obliqua, Z. chigua), una especie de la zona central del Pacífico (Z. pyrophylla) y, tres especies de la zona sur del Pacífico (Z. amplifolia, Z. paucifoliolata, Z. roezlii). Finalmente, Colombia tiene 6 especies de Zamia en la Amazonía (Z. amazonum, Z. hymenophyllidia, Z. lecointei, Z. lindosensis, Z. macrochiera, Z. ulei). Existen además varias poblaciones reportadas en los Llanos orientales (Meta, Casanare, Arauca), con dudas sobre la identidad de las especies.
Existen 18 especies de Zamia que tienen su área de distribución exclusivamente en el territorio Colombiano: 12 especies de la región de los Andes y el Caribe, 5 especies del Pacífico y 1 Amazónicas. Existen dos especies del Chocó biogeográfico que tienen poblaciones en Panamá (Z. manicata, Z. obliqua) y una en Ecuador (Z. roezlii), y una especie de los Andes y el Caribe que tiene poblaciones en Venezuela (Z. muricata). Las 6 especies de la Amazonía están presentes en algunos o todos los países de la cuenca amazónica, solo Z. lindosensis es exclusiva de Colombia.
Para conocer más información sobre cada una de las especies de Zamia de Colombia, haz clic sobre cada una de las figuras de las especies en la siguiente Infografía:
Nativa del Neotrópico, crece en bosques secos y húmedos del norte de Suramérica en Colombia (Guajira) y en Venezuela. Su nombre proviene de la raíz latina “muricato” (aguijonado), refiriéndose a plantas con peciolos aguijonados. Es una especie frecuente en su área de distribución en Venezuela, mientras que en Colombia existen poblaciones de al menos 1000 adultos al interior del Parque Nacional Natural La Macuira. Son plantas terrestres con rizomas subterráneos, con 6 hojas de hasta 2 metros, con peciolos aguijonados, compuestas por hasta 24 foliolos lisos. Megastróbilos cilíndricos, marr a marrón oscuro con pedúnculos largos; microstróbilos cilíndricos, marrón claro. Megastróbilos reportados en enero. Presenta una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Está Cerca de estar Amenazada (NT) debido a la ganadería extensiva en algunos hábitats perturbados donde se ha reportado. Z. muricata está presente en el Plan de Acción de Conservación de las zamias de Colombia y se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Presenta poblaciones dentro del sistema de parques nacionales. Es una Zamia de porte medio que se establece bien, tanto en sitios abiertos como sombreados y además tolera periodos de sequía, con buen potencial ornamental poco explorado en Colombia. Esta especie está representada en la colección de Cycadales del Jardín Botánico de Floridablanca, en Santander.
Endémica de Colombia, crece en los bosques secos tropicales de la región del Urabá, en el departamento de Antioquia. Del prefijo latino “di-“ (dos) y “odonto” (diente), se refiere a los dientes biserrados presentes en algunas partes de los márgenes en los foliolos. Presenta una distribución restringida y se estima una población de al menos 500 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizomas subterráneos, con 4 hojas de hasta 3 metros, compuestas por 22 foliolos membranáceos con venas superficiales, márgenes dentados y peciolos con aguijones pequeños. Megastróbilos cilíndricos, marrón oscuro; microstróbilos pequeños, de color beige, ambos reportados en mayo. Se han reportado polinizadores especializados del género Pharaxonotha sp. Presenta una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Está en Peligro Crítico de Extinción (CR) y es una de las 5 zamias más amenazadas del país, ya que crece en sitios muy transformados por ganadería y deforestación extensiva. Está presente en el Plan de Acción de Conservación de las zamias de Colombia y se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Investigadores de la Universidad de Antioquia monitorean poblaciones en la red de reservas de CORPOURABÁ. Es una Zamia de porte medio, que crece en sitios cálidos y sombreados, presenta unos llamativos foliolos membranáceos con venas superficiales, con gran potencial como ornamental, pero, debido a su rareza, su baja abundancia y su grave estado de conservación, requiere más investigación para fomentar su conservación ex situ. Está representada en la colección de Cycadales del Jardín Botánico de Medellín.
Endémica de Colombia, crece en bosques húmedos tropicales del piedemonte andino en el Caribe, en el departamento de Córdoba. Su nombre hace referencia a la cuenca del Rio Sinú y sus tributarios donde ocurre esta especie. Descubierta en 2017 por investigadores de la SCC mientras participaban del rescate de una Águila Crestada herida (Morphnus guianensis). Es una especie muy rara en su área de distribución ya que solo se conocen 5 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizoma subterráneo, con 7 hojas de hasta 3 metros, compuestas por 54 foliolos ondulados y peciolos con aguijones. Megastróbilos cilíndricos, de color vinotinto; microstróbilos beige, ambos reportados en octubre. Es una especie muy poco conocida en su hábitat natural, y se encuentra en la categoría de la IUCN de Datos Deficientes (DD). Crece en sitios transformados por la agricultura y en hábitats perturbados por la deforestación. No está presente en el Plan de Acción de Conservación de las zamias de Colombia, sin embargo, investigadores de la Universidad de Antioquia y de Parques Nacionales han documentado algunos individuos en el sistema nacional de parques. No está representada en ninguna colección ex situ de Cycadales en Colombia y requiere que se implementen estrategias urgentes de conservación tanto in situ como ex situ.
Endémica de Colombia, crece en bosques húmedos tropicales del piedemonte andino en el Caribe, departamento de Córdoba. Nombrada en honor al Padre Sergio Restrepo, botánico que la recolectó por primera vez en una zona que actualmente se encuentra inundada por una represa. Es una especie muy rara en su área de distribución donde se estiman menos de 50 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizoma subterráneo, con 5 hojas de hasta 3 metros, compuestas por 30 foliolos con una vena central prominente y peciolos espinosos. Megastróbilos cilíndricos de color vinotinto; microstróbilos beige, ambos reportados en los meses de enero, febrero y julio. Se han reportado polinizadores especializados del género Pharaxonotha sp. Presenta una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Comunidades locales la usan como paliativo para tratar lesiones ofídicas o de Leishmania. Está en Peligro Crítico de Extinción (CR) y es una de las 5 zamias más amenazadas del país, ya que ocurre en sitios altamente transformados por ganadería, agricultura, deforestación extensiva y la construcción de una represa que inundó la mayor parte de su área de distribución. Está presente en el Plan de Acción de Conservación de las zamias de Colombia y se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Investigadores de la Universidad de Antioquia, Parques Nacionales y comunidades locales monitorean poblaciones dentro del sistema de Parques Nacionales en Córdoba.
Es una Zamia de porte medio, que crece en sitios cálidos semi-sombreados y que cuenta con llamativos foliolos con una vena media prominente, con gran potencial ornamental, pero debido a su rareza, baja abundancia y grave estado de conservación, se requiere más investigación para fomentar su conservación tanto in situ como ex situ. Está representada en la colección de Cycadales del Jardín Botánico de Medellín.
Endémica de Colombia, crece en bosques húmedos tropicales y secos tropicales en los valles interandinos del Bajo Cauca y el Magdalena Medio, en los departamentos de Antioquia, Córdoba y Santander. De la raíz latina “melanos” (negro) y “rachis” (eje principal de una hoja compuesta), se refiere al color marrón oscuro o púrpura oscuro del raquis de las hojas en elongación. Ocurre ocasionalmente en su área de distribución y se estima una población de unos 2000 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizoma subterráneo, con 4 hojas de hasta 1.7 metros, compuestas por 20 foliolos y peciolos con aguijones pequeños. Megastróbilos cilíndricos, rojizos; microstróbilos marrón claro, pequeños, ambos reportados en febrero, marzo, mayo, agosto, septiembre y noviembre. Presenta una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Conocida como “corocita”, comunidades locales la usan como paliativo para tratar lesiones ofídicas o de Leishmania. Está en Peligro de Extinción (EN) ya que crece en sitios altamente transformados por ganadería extensiva y expansión de la frontera agrícola. Está presente en el Plan de Acción de Conservación de las zamias de Colombia y se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Investigadores de la Universidad de Antioquia y la Universidad CES monitorean una población dentro de una reserva privada en el departamento de Córdoba. Es una Zamia de porte medio que crece y se establece bien en sitios abiertos a semisombreados, con muy buen potencial ornamental poco explorado en Colombia. Es una especie que requiere de más investigación para fomentar su conservación tanto in situ como ex situ. Está representada en la colección de Cycadales del Jardín Botánico de Medellín.
Endémica de Colombia, crece en los bosques secos tropicales del norte de los Andes en el Cañón del Chicamocha, en el departamento de Santander. Su nombre hace referencia a su similitud con plantas del género africano de Cycadales Encephalartos. Ocurre ocasionalmente en su área de distribución y se estima una población de al menos 5000 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizoma subarborescente rastrero de hasta 2 metros, con 20 hojas de hasta 1.5 metros, compuestas por 50 pares de foliolos y peciolos inermes. Megastróbilos verde oliva, grandes; microstróbilos beige claro, grandes, ambos reportados en abril. Herbívoros especialistas del género Eumaeus sp., han sido reportados desarrollando su ciclo de vida en esta especie. Presenta también una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Conocida como “Cacao de Indio”, se presume que comunidades indígenas extraían almidón de estas plantas como fuente de alimento. Está en Peligro de Extinción (EN) ya que crece en sitios transformados por la ganadería extensiva y la expansión de la frontera agrícola en fragmentos de bosque seco o sitios abiertos en hábitats perturbados. Está presente en el Plan de Acción de Conservación de las zamias de Colombia y se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Investigadores de la Universidad de Antioquia y de la CDMB monitorean y estudian algunas subpoblaciones en Santander.
Es una Zamia de gran porte, resistente, que se establece bien en sitios abiertos y secos, con megastróbilos verde oliva y peciolos inermes, la cual tiene un enorme potencial ornamental poco explorado en Colombia. Esta especie requiere más investigación para fomentar su conservación tanto in situ como ex situ. Está representada en la colección de Cycadales del Jardín Botánico de Medellín y el Jardín Botánico de Floridablanca.
Endémica de Colombia, crece en los bosques húmedos tropicales del valle del Magdalena Medio en los Andes, en los departamentos de Antioquia, Boyacá, Caldas y Santander. Su nombre proviene de la palabra latina “incognita” (desconocido), refiriéndose al hecho de que su identidad fue un enigma para los botánicos durante muchos años antes de su descripción. Es una especie frecuente en las localidades donde se ha reportado donde se estiman unos 10000 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizoma subterráneo, con 4 hojas de 1.7 metros, compuestas por 37 foliolos y peciolos con aguijones pequeños. Megastróbilos medianos, vinotinto; microstróbilos beige, ambos reportados en enero, abril y agosto. Polinizadores especializados del género Pharaxonotha sp., herbívoros especialistas de las Zamias del género Eumaeus sp., y hormigas del género Atta, las cuales extraen con sus mandíbulas la sarcotesta de las semillas maduras, propiciando su germinación, han sido reportados para esta especie. Presenta también una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Está en Peligro de Extinción (EN) ya que crece en sitios altamente transformados por ganadería extensiva y expansión de la frontera agrícola. Está presente en el Plan de Acción de Conservación de las Zamias de Colombia y se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Investigadores de la Universidad CES y de la Universidad de Antioquia, monitorean poblaciones dentro un Distrito de Manejo Integrado de CORANTIOQUIA. Existen estudios de uso sostenible en horticultura y ecoturismo para esta especie. Es una Zamia de porte medio, resistente, con hojas nuevas rojizo pálido, la cual crece y se establece bien en sitios abiertos o semisombreados, con buen potencial ornamental poco explorado en Colombia. Aún requiere que se fortalezcan estrategias de conservación in situ y ex situ. Está bien representada en la colección de Cycadales del Jardín Botánico de Medellín, y los jardines botánicos de Bogotá y Floridablanca.
Endémica de Colombia, crece en los bosques húmedos montano bajos y de niebla de la vertiente occidental de la cordillera occidental en los Andes en el departamento de Antioquia. Nombrada en honor al botánico checo Gustav Wallis, quien documentó la flora de Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela entre los años 1830-1878 y quien la recolectó por primera vez. Es una especie muy rara en su área de distribución donde se estiman menos de 1000 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizoma subterráneo, con 2 hojas de hasta 3.7 metros, compuestas por hasta 11 foliolos y peciolos con pocos aguijones medianos. Megastróbilos verde-grisáceos, de gran tamaño; microstróbilos beige claro, ambos reportados en abril, junio y octubre. Polinizadores especializados del género Pharaxonotha sp. han sido reportados para esta especie, además presenta una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Comunidades locales la usan en rituales mágico religiosos. Está en Peligro Crítico de Extinción (CR) ya que crece en sitios transformados por ganadería extensiva, expansión de la frontera agrícola y la sobrexplotación. Esta es una de las 5 especies de Zamia más amenazadas del país y está presente en el Plan de Acción de Conservación de las zamias de Colombia y se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Investigadores de la Universidad de Antioquia y funcionarios de Parque Nacionales monitorean algunas subpoblaciones en Antioquia. Es una Zamia de buen porte y de muy lento crecimiento que se establece en sitios húmedos y sombreados, la cual, debido a su rareza, bajas tasas de reproducción y estado grave de conservación, requiere de más investigación para fomentar su conservación tanto in situ como ex situ. Esta especie está representada en la colección de Cycadales de los Jardines Botánicos de Medellín y Bogotá.
Endémica de Colombia, crece en los bosques húmedos montano bajos de la vertiente occidental de la cordillera Occidental en los Andes, en Antioquia. Su nombre hace referencia al hábitat montañoso donde ha sido recolectada. Es una especie muy rara en su área de distribución donde se estiman menos de 500 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizomas subarborescentes de hasta 1.8 metros, con 16 hojas de hasta 2 metros, compuestas por 32 pares de foliolos y peciolos con aguijones cortos. Megastróbilos grandes, grisáceos; microstróbilos beige claro, ambos reportados en agosto y diciembre. Herbívoros especialistas del género Eumaeus sp., han sido reportados desarrollando su ciclo de vida en esta especie. Presenta también una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Está en Peligro Crítico de Extinción (CR), ya que crece en sitios altamente transformados por ganadería extensiva y expansión de la frontera agrícola. Esta especie está incluida dentro de las 5 especies de Zamia más amenazadas del país. Está presente en el Plan de Acción de Conservación de las zamias de Colombia y se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Investigadores de la Universidad de Antioquia y la SCC monitorean algunas subpoblaciones en Antioquia. Es una Zamia de buen porte y de muy lento crecimiento que crece y se establece en sitios húmedos y sombreados, la cual, debido a su rareza, bajas tasas de reproducción y estado grave de conservación, requiere de más investigación para fomentar su conservación tanto in situ como ex situ. Está representada en la colección de Cycadales del Jardín Botánico del Medellín.
Endémica de Colombia, crece en los bosques húmedos montano bajos de la vertiente occidental de la cordillera occidental en los Andes, en el departamento de Risaralda. Su nombre proviene de las raíces griegas “oligo” (pocos), y “odonto” (dientes), en alusión a la presencia de unos pocos dientes en la región apical de cada folíolo. Es una especie muy rara en su área de distribución donde se estiman menos de 500 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizoma subterráneo a rastrero de hasta 1 metro, con 3 hojas de hasta 3 metros, compuestas por hasta 26 foliolos y peciolos con pocos aguijones cortos. Megastróbilos marrón claro, medianos; microstróbilos beige claro, ambos reportados en junio y octubre. Presenta una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Está en Peligro Crítico de Extinción (CR) ya que crece en sitios transformados por ganadería extensiva y expansión de la frontera agrícola. Está presente en el Plan de Acción de Conservación de las Zamias de Colombia y se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Investigadores de la Universidad de Antioquia y funcionarios de Parques Nacionales han realizado caracterizaciones preliminares del estado de conservación de algunas subpoblaciones en Risaralda. Es una Zamia de porte medio, que se establece en sitios húmedos y sombreados, la cual, debido a su rareza, bajas tasas de reproducción y estado grave de conservación, requiere de más investigación para fomentar su conservación tanto in situ como ex situ. No está representada en ninguna colección pública de Cycadales en Colombia.
Endémica de Colombia, crece en los bosques húmedos tropicales de la vertiente oriental de la Cordillera Central en el valle interandino del Magdalena Medio, en el departamento de Caldas. Del latín “imbricatus” (embaldosado), el nombre hace referencia a los foliolos sobrelapados o imbricados entre sí. Es una especie muy rara en su área de distribución donde se estiman menos de 50 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizoma subterráneo, con 5 hojas de hasta 2 metros, compuestas por hasta 110 foliolos y peciolos con pocos aguijones cortos. Megastróbilos marrón; microstróbilos beige, ambos reportados en febrero. Se encuentra en Peligro Crítico de Extinción (CR) ya que crece en sitios altamente transformados por ganadería extensiva y expansión de la frontera agrícola. Es una de las especies de Zamia más amenazadas del país y no está incluida en el Plan de Acción de Conservación de las Zamias en Colombia, sin embargo, Investigadores de la Universidad de Caldas y Universidad de Antioquia monitorean una población al interior de una reserva privada en el departamento de Caldas. Es una Zamia de porte bajo, con llamativas y delicadas hojas con foliolos membranáceos, casi sobrelapados, que se establece en sitios cálidos y sombreados en bosques bien conservados. Debido a su rareza, sus bajas tasas de reproducción y grave estado de conservación, requiere de más investigación para fomentar su conservación tanto in situ como ex situ. No está representada en ninguna colección pública de Cycadales en Colombia.
Endémica de Colombia, crece en los bosques húmedos montano bajos de la vertiente oriental de la Cordillera Central en los Andes. Su nombre hace referencia al departamento colombiano del Tolima, de donde es endémica. Es una especie muy rara en su área de distribución, donde se estiman menos de 500 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizomas arborescentes de hasta 4 metros, con 23 hojas de hasta 2.8 metros, compuestas por hasta 96 foliolos y peciolos con aguijones medianos. Megastróbilos marrón claros, grandes; microstróbilos beige claros, medianos, ambos reportados en abril, junio y octubre. Herbívoros especialistas del género Eumaeus sp., han sido reportados desarrollando su ciclo de vida en esta especie, también tiene una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Conocida como “Cacao del Indio”, se reporta que indígenas extraen almidón de los rizomas y las semillas como fuente de alimento. Se encuentra en Peligro Crítico de Extinción (CR) ya que crece en sitios transformados por ganadería extensiva, expansión de la frontera agrícola y sobrexplotación. Es una de las 5 especies de Zamia más amenazadas del país y está presente en el Plan de Acción de Conservación de las Zamias de Colombia, donde se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Investigadores de la Universidad de Antioquia y funcionarios de WCS-Colombia monitorean una población en el Departamento del Tolima. Es una Zamia de gran porte, cuyos tallos alcanzan los 4 metros, que se establece en sitios sombreados, con gran potencial como ornamental, la cual, debido a su rareza, bajas tasas de reproducción y estado grave de conservación, requiere de más investigación para fomentar su conservación tanto in situ como ex situ. Está representada en la colección de Cycadales de los Jardines Botánicos de Medellín, Bogotá y de la Universidad del Tolima.
Endémica de Colombia, crece en los bosques húmedos montano bajos al sur de la cordillera oriental sobre la vertiente occidental a los 1200 metros. Su nombre hace referencia al departamento colombiano de Huila de donde es endémica. Ocurre ocasionalmente en su área de distribución donde se estiman al menos 2000 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizoma erecto de hasta 1 metro, con 9 hojas de hasta 2.5 metros, compuestas por hasta 22 foliolos y peciolos con aguijones pequeños. Megastróbilos marrón, medianos; microstróbilos marrón claro, ambos reportados en enero y febrero. Presenta una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Está en Peligro de Extinción (EN) ya que crece en sitios altamente transformados por ganadería extensiva y expansión de la frontera agrícola. Está presente en el Plan de Acción de Conservación de las Zamias de Colombia y se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Investigadores de la Universidad de Antioquia junto a investigadores y naturalistas del Huila, monitorean esta especie en diferentes municipios y reservas privadas de este Departamento, fomentando su uso sostenible a través del ecoturismo. Es una Zamia de porte medio, que se establece en sitios húmedos y semisombreados, la cual puede desarrollar un tallo de un metro y hojas nuevas cobrizas, cualidades que le confieren buen potencial ornamental poco explorado en Colombia. Está representada en las colecciones de Cycadales del Jardín Botánico de Medellín y del Quindío.
Nativa del Neotrópico, crece en los bosques húmedos tropicales y muy húmedos tropicales del Norte del Chocó biogeográfico y el Darién de Colombia (Chocó y Antioquia) y Panamá. Su nombre proviene del latín “manicum” (cuello), refiriéndose al collar glandular prominente en los peciolulos. Es una especie frecuente en las localidades donde ocurre, donde se estiman unos 10000 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizoma subterráneo, con 10 hojas de hasta 2 metros, compuestas por 64 foliolos y peciolos espinosos. Megastróbilos cilíndricos, vinotinto; microstróbilos beige, ambos reportados en enero, marzo, abril, mayo, junio, julio, octubre, noviembre y diciembre. Polinizadores especializados del género Pharaxonotha sp. han sido reportados para esta especie, así como también herbívoros especialistas de las Zamias del género Eumaeus sp. han sido reportados desarrollando su ciclo de vida en esta especie, además, presenta también una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Se ha documentado con cámaras trampa al Barranquero pechicastaño (Baryphthengus martii), alimentándose de semillas maduras, convirtiéndose en el primer reporte de un probable dispersor de las zamias de Colombia. Está Cerca de estar Amenazada (NT) ya que existen poblaciones saludables dentro del sistema de Parques Nacionales, sin embargo, algunas localidades han sido transformadas por agricultura extensiva y deforestación. Está presente en el Plan de Acción de Conservación de las Zamias de Colombia y se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Investigadores de la Universidad de Antioquia han documentado la polinización, la dispersión, la herbivoría y los rasgos funcionales de esta especie, además monitorean una subpoblación en la región del Urabá en el departamento de Antioquia. Es una Zamia de porte medio, resistente, que crece bien en sitios expuestos o parcialmente sombreados, con foliolos que presentan un collar glandular en la base del peciolulo. Presenta muy buen potencial ornamental poco explorado en Colombia, que requiere que se fortalezcan estrategias de conservación ex situ. Está representada en la colección de Cycadales del Jardín Botánico de Medellín.
Nativa del Neotrópico, crece en bosques húmedos y muy húmedos tropicales bien conservados en las zonas bajas y costeras de Mesoamérica y norte de Suramérica en Colombia, Costa Rica y Panamá. En Colombia está presente en bosques húmedos tropicales y muy húmedos tropicales del Chocó biogeográfico y el Darién, en los departamentos de Antioquia, Chocó y Valle del Cauca. Del latín “oblīquus”, su nombre hace referencia a la inserción de los folíolos en el raquis o a los folíolos con base oblicua. Es una especie frecuente en su área de distribución ya que se estiman más de 10000 individuos adultos. Son plantas terrestres con tallos arborescentes de hasta 10 metros, con 45 hojas de hasta 2.5 metros, compuestas por 40 foliolos y peciolos con pequeños aguijones. Megastróbilos grandes, marrón claro; microstróbilos medianos, marrón claro, ambos reportados en julio, septiembre y diciembre. Polinizadores especializados del género Pharaxonotha sp. y herbívoros especialistas del género Eumaeus sp. han sido reportados desarrollando su ciclo de vida en esta especie, también tiene una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Comunidades afrodescendientes del Chocó han integrado a sus listas de plantas de interés esta Zamia, buscando una alternativa de uso sostenible de las semillas y plántulas producidas en su hábitat natural. Está Cerca de Estar Amenazada (NT) ya que cuenta con subpoblaciones dentro del sistema de Parques Nacionales y en reservas privadas, sin embargo, en algunas localidades la expansión de la frontera urbana y agrícola y la deforestación deterioran su hábitat natural. Está presente en el Plan de Acción de Conservación de las Zamias de Colombia y se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Investigadores de la Universidad de Antioquia y actores locales monitorean una subpoblación de esta especie en Chocó, la cual cuenta con registros anuales desde hace 15 años de información fenológica como: número de hojas, número de foliolos, estructuras reproductivas y crecimiento del tallo de los individuos monitoreados. Es una Zamia arborescente de gran porte y de moderado crecimiento, que se establece en sitios húmedos y cálidos, que puede alcanzar en hábitat hasta los 10 metros, la cual presenta una alta producción de estróbilos, cualidades que le confieren un gran potencial ornamental poco explorado en Colombia. Es una especie altamente apetecida en el mercado horticultural que requiere que se fortalezcan las estrategias de conservación ex situ. Está bien representada en la colección de Cycadales del Jardín Botánico de Medellín.
Endémica de Colombia, crece al interior y en bordes de bosques húmedos y muy húmedos de la cuenca del Rio Atrato, en el Chocó biogeográfico en el departamento de Chocó. Del latín “pyr” (fuego) y “phyllon” (hoja), se refiere a los llamativos colores de las hojas en elongación que le confieren una apariencia de llamarada. Es una especie muy rara en su área de distribución donde se estiman menos de 200 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizoma subterráneo, con 2 hojas de hasta 3 metros, compuestas por 32 foliolos y peciolos con aguijones medianos. Megastróbilos marrón oscuro; microstróbilos grises, ambos reportados en marzo, abril y octubre. Polinizadores especializados del género Pharaxonotha sp., así como herbívoros especialistas del género Eumaeus sp. han sido reportados desarrollando su ciclo de vida en esta especie, además presenta una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc), contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Está en Peligro Crítico de Extinción (CR) y es una de las especies de Zamia más amenazadas del país, ya que crece en sitios altamente transformados por la expansión de la frontera urbana y agrícola y la deforestación. Tiene la capacidad de producir unas llamativas y coloridas hojas nuevas después de ser cortadas. Está presente en el Plan de Acción de Conservación de las Zamias de Colombia y se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Es una Zamia de porte medio, que se establece en sitios húmedos y cálidos, con unas llamativas hojas nuevas de color rojo y naranja brillante que se tornan verdes desde el ápice hacia la base, que le confiere un gran potencial ornamental inexplorado en Colombia. Debido a su rareza y estado grave de conservación, requiere de más investigación para fomentar su conservación tanto in situ como ex situ. Es considerada la especie con mejor proyección ornamental de las zamias de Colombia. No está representada en ninguna colección ex situ pública de Cycadales en Colombia.
Endémica de Colombia, crece en bosques húmedos y muy húmedos bien conservados del Chocó biogeográfico en los departamentos de Chocó y Valle del Cauca. Su nombre proviene del nombre común “chigua”, como se conocen a las especies de Zamia en la región. Es una especie ocasional en su área de distribución ya que se estiman hasta 2000 individuos adultos. Son plantas terrestres con tallo arborescente de hasta 2 metros, con 15 hojas, cada una de hasta 3 metros, compuestas por hasta 160 foliolos imbricados y peciolos con numerosos aguijones grandes. Megastróbilos naranja, medianos, reportados en junio y octubre; microstróbilos marrón, reportados en octubre. Presenta una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Esta especie hibridiza con Z. amplifolia. Comunidades afrodescendientes del Valle del Cauca tienen esta especie dentro de sus plantas de interés para uso sostenible de semillas y plántulas y también ecoturismo. Está Cerca de Estar Amenazada (NT) debido a la expansión de la frontera urbana y agrícola y la deforestación, con algunas localidades altamente transformadas. Está presente en el Plan de Acción de Conservación de las Zamias de Colombia y se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Investigadores de la Universidad de Antioquia han documentado subpoblaciones de esta especie en los departamentos de Chocó y Valle del Cauca. Es una Zamia subarborescente de gran porte, que crece en sitios húmedos y cálidos, con una gran corona de hojas con foliolos imbricados, con un gran potencial ornamental aun sin explorar en Colombia. Es una especie que requiere de más investigación para fomentar su conservación tanto in situ como ex situ. Se encuentra representada en la colección de Cycadales del Jardín Botánico de Medellín y la del Jardín Botánico de la Universidad de Tolima.
Endémica de Colombia, crece en bosques húmedos y muy húmedos tropicales bien conservados de las costas del pacífico en el Valle del Cauca y Chocó. Su nombre lo componen las raices latinas “pauci” (poco) y “foliolata” (foliolos), refiriéndose plantas adultas con pocos foliolos. Es una especie ocasional en su área de distribución ya que se estiman menos de 1000 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizomas subterráneos, con 1 o 2 hojas, de hasta 3 metros, compuestas por hasta 18 foliolos y peciolos con aguijones medianos. Megastróbilos marrón oscuro; microstróbilos marrón claro, ambos reportados en febrero, mayo, junio, agosto y septiembre. Presenta una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Comunidades afrodescendientes del Valle del Cauca tienen esta especie dentro de sus plantas de interés para uso sostenible de semillas y plántulas producidas naturalmente y en ecoturismo. Está en Peligro de Extinción (EN) ya que la expansión de la frontera urbana y agrícola y la deforestación contribuyen al deterioro de su hábitat natural. Gran parte del área de distribución corresponde a bosques húmedos y muy húmedos bien conservados, algunos dentro del sistema de Parques Nacionales, reservas privadas y territorios colectivos de comunidades afrodescendientes. No está presente en el Plan de Acción de Conservación de las Zamias de Colombia, sin embargo, se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Investigadores de la Universidad de Antioquia monitorean algunas subpoblaciones presentes en reservas privadas en el Valle del Cauca. Es una Zamia de porte medio con hojas de hasta 3 metros, cubiertas por un indumento rojizo, que se establece en sitios cálidos y húmedos, cualidades que le confirieren un buen potencial ornamental inexplorado en Colombia. Está representada en la colección del Jardín Botánico de Medellín, sin embargo, requiere que se fortalezcan estrategias de conservación in situ y ex situ.
Endémica de Colombia, crece en bosques húmedos y muy húmedos tropicales y también en bosques montano bajos del Valle del Cauca. Su nombre proviene de las raíces latinas “ampli” (grande) y “folio” (hoja), para referirse a plantas con foliolos de gran tamaño. Es una especie ocasional en su área de distribución ya que se estiman hasta 2000 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizomas erectos de hasta un 1 metro, con 6 hojas, de hasta 2 metros, compuestas por 20 foliolos y peciolos cubiertos por aguijones grandes. Megastróbilos marrón oscuro, cilíndricos, medianos; microstróbilos marrón claro, medianos, ambos reportados para los meses de julio. Herbívoros especialistas del género Eumaeus sp. han sido reportados desarrollando su ciclo de vida en esta especie. Presenta una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Está en Peligro de Extinción (EN) ya que actividades como la expansión de la frontera urbana y agrícola y la deforestación, contribuyen al deterioro de su hábitat natural. Algunas subpoblaciones ocurren en bosques húmedos tropicales muy bien conservados, algunos dentro del sistema de Parques Nacionales y en territorios colectivos de comunidades afrodescendientes. Está presente en el Plan de Acción de Conservación de las Zamias de Colombia y se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Investigadores de la Universidad de Antioquia han documentado subpoblaciones de esta especie en el Valle del Cauca, encontrando individuos híbridos con Z. chigua. Es una Zamia de porte medio con un tallo de hasta 1 metro y hojas de 2 metros con una prefoliación color salmón muy llamativa, atributos que le confieren gran potencial ornamental poco explorado en Colombia. Esta especie está representada en la colección de Cycadales del Jardín Botánico de Medellín, sin embargo, requiere que se fortalezcan estrategias de conservación tanto in situ como ex situ.
Nativa de Suramérica, crece en bosques húmedos y muy húmedos bien conservados en zonas bajas, costeras y de manglares del Chocó Biogeográfico al noroccidente de Suramérica en Colombia y Ecuador. En Colombia ocurre en la región del Pacífico en los departamentos de Chocó, Nariño y Valle del Cauca. Su nombre es en honor al botánico checo Benedikt Roezl, explorador, recolector y horticultor de plantas del Neotrópico. Es una especie ocasional en su área de distribución ya que se estiman unos 5000 individuos adultos. Son plantas terrestres con tallos arborescentes de hasta 7 metros, con 30 hojas de hasta 3 metros, compuestas por 107 foliolos y peciolos cubiertos con grandes aguijones. Megastróbilos grandes, marrón claro; microstróbilos largos, marrón claro, ambos reportados en mayo y agosto. Presenta una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Comunidades afrodescendientes e indígenas de la etnia Waunana, extraen almidón como fuente de alimento de las semillas para la preparación de tortas, tamales y envueltos. Estas comunidades han desarrollado técnicas de lavado para extraer la gran cantidad de toxinas que usualmente tienen estas semillas y preparar estos alimentos con tranquilidad. Está Cerca de Estar Amenazada (NT) ya que parte del hábitat presenta alteraciones por la expansión de la frontera urbana y agrícola y la deforestación. Algunas subpoblaciones ocurren en bosques húmedos tropicales muy bien conservados, algunos dentro del sistema de Parques Nacionales y en territorios colectivos de comunidades afrodescendientes. Está presente en el Plan de Acción de Conservación de las Zamias de Colombia y se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Es una Zamia subarborescente de gran porte y de moderado crecimiento, con hojas en prefoliación de color cobrizo, gran producción de semillas y que se establece bien en ambientes cálidos y húmedos, aspectos que le confieren muy buen potencial ornamental poco explorado en Colombia. Está representada en la colección de Cycadales de los Jardines Botánicos de Medellín y del Tuluá.
Endémica de Colombia, crece en los bosques húmedos tropicales de la región de la Amazonía, en formaciones rocosas y suelos de arenas blancas en el departamento de Guaviare. Su nombre se refiere a la localidad tipo donde se descubrió y colectó por primera vez, La Serranía de la Lindosa. Es una planta muy rara en su área de distribución ya que se estiman menos de 1000 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizoma subterráneo, con 4 hojas de hasta 3.5 metros, compuestas por hasta 100 foliolos y peciolos con aguijones largos. Megastróbilos cilíndricos, rojizos; microstróbilos marrón claro, ambos reportados en abril, junio y septiembre. Presenta una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Está en Peligro de Extinción (EN) ya que la deforestación, ganadería extensiva y expansión de la frontera agrícola han contribuido a la fragmentación de su hábitat natural. No está presente en el Plan de Acción de Conservación de las Zamias de Colombia, sin embargo, a través del Instituto SINCHI se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Algunas subpoblaciones ocurren al interior de la Reserva Forestal Protectora Nacional Serranía La Lindosa – Angosturas II. Investigadores del instituto SINCHI documentan y monitorean subpoblaciones de esta especie en el Departamento del Guaviare. Es una Zamia de porte medio que se establece bien en sitios cálidos, rocosos y semisombreados, que presenta un buen potencial ornamental aún por explorar en Colombia. No está representada en ninguna colección de Cycadales en Colombia y requiere que se fortalezcan e implementen estrategias de conservación in situ y ex situ.
Nativa de Suramérica, crece en bosques húmedos tropicales de la región de la Amazonía en Colombia y Perú. En Colombia se distribuye hacia el sur de la Amazonía en el departamento de Amazonas. Su nombre proviene de las raíces griegas “macros” (grande) y “chiera” (mano), en referencia al engrosamiento o collar glandular en los peciolulos. Es una planta muy rara en su área de distribución ya que se estiman menos de 100 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizoma subterráneo, con 2 hojas de hasta 3.5 metros, compuestas por hasta 24 foliolos y peciolos con grandes aguijones. Megastróbilos y microstróbilos no han sido documentados en Colombia. Presenta, como todas las cycadas, una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Está en Peligro Crítico de Extinción (CR) y no está presente en el Plan de Acción de Conservación de las zamias de Colombia, sin embargo, gracias a investigadores del Instituto SINCHI se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Investigadores del Instituto SINCHI han documentado esta especie en el departamento del Amazonas. Es una Zamia de buen porte, con grandes hojas de hasta 3.4 metros, compuesta por foliolos con peciolulos engrosados, que se establece bien en sitios húmedos y sombreados, atributos que le confieren buen potencial ornamental aun inexplorado en Colombia. Debido a su rareza, desconocida historia natural y grave estado de conservación, se requiere avanzar más en la investigación para fomentar su conservación tanto in situ como ex situ. No existen reportes de esta especie al interior de ningún área protegida ni de ninguna colección ex situ pública de Cycadales en Colombia.
Nativa de Suramérica, crece en los bosques húmedos tropicales de la región de la Amazonia de Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. En Colombia se distribuye en los departamentos de Amazonas y Vaupés. Su nombre hace referencia a su distribución geográfica en la región de la Amazonía en Suramérica. Es una planta frecuente en su área de distribución ya que se estiman unos 10000 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizoma subterráneo, con 6 hojas de hasta 2.5 metros, compuestas por hasta 50 foliolos y peciolos con aguijones cortos. Megastróbilos marrón rojizo; microstróbilos marrón, ambos reportados en agosto y noviembre. Presenta una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Está Cerca de Estar Amenazada (NT) ya que crece en bosques húmedos tropicales bien conservados en la región de la Amazonía. Existen reportes de esta especie en los Parques Nacionales Naturales de: Serranía de Chiribiquete y Yaigojé-Apaporis. Está presente en el Plan de Acción de Conservación de las zamias de Colombia y junto al Instituto SINCHI se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Investigadores de la Universidad de Antioquia y del instituto SINCHI documentan y monitorean subpoblaciones de esta especie en la Amazonía. Es una Zamia de porte medio, que se establece bien en sitios cálidos, húmedos y sombreados, que cuenta con buen potencial ornamental inexplorado en Colombia. Está representada en el arboretum de la Universidad de la Amazonia en el Departamento de Caquetá, sin embargo, requiere que se fortalezcan e implementen estrategias de conservación in situ y ex situ.
Nativa del Neotrópico, crece en bosques húmedos tropicales de la región de la Amazonia en Brasil, Colombia, Ecuador y Perú. En Colombia está representada en los departamentos de Amazonas, Caquetá, Guainía, Putumayo y Vaupés. Su nombre es en honor al botánico Alemán Ernst Heinrich Georg Üle, quien realizó exploraciones a la Amazonia y fue quien recolectó esta especie por primera vez. Es una planta ocasional en su área de distribución ya que se estiman unos 5000 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizoma subterráneo, con 5 hojas de hasta 1.5 metros, compuestas por hasta 22 foliolos y peciolos con aguijones medianos. Megastróbilos de color marrón; microstróbilos marrón, ambos reportados en abril y agosto. Presenta una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Está Cerca de Estar Amenazada (NT) ya que crece en bosques húmedos tropicales bien conservados poco alterados en la región de la Amazonía, además, existen reportes de esta especie al interior de los Parques Nacionales Naturales de: Serranía de Chiribiquete, Rio Puré, Amacayacu, La Paya y Yaigojé-Apaporis. Está presente en el Plan de Acción de Conservación de las Zamias de Colombia y se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Investigadores del instituto SINCHI documentan y monitorean subpoblaciones de esta especie en la Amazonía Colombiana. Es una Zamia de porte medio que se establece bien en sitios cálidos, húmedos y sombreados, con buen potencial ornamental aun inexplorado en Colombia. No está representada en ninguna colección de Cycadales en Colombia y requiere que se fortalezcan e implementen estrategias de conservación ex situ.
Nativa de Suramérica, crece en los bosques húmedos tropicales y bosques de arenas blancas de la región de la Amazonia en Colombia y Perú. En Colombia está presente en el departamento de Amazonas. Su nombre proviene de las raíces latinas “hymen” (membrana) y griega “phyllon” (hoja), haciendo referencia a foliolos de textura membranácea característicos de la especie. Es una planta muy rara en su área de distribución ya que se estiman menos de 300 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizoma subterráneo, con hasta 5 hojas de 1 metro, compuestas por hasta 20 foliolos y peciolos con pequeños aguijones. Megastróbilos marrón rojizo; microstróbilos marrón, ambos reportados en marzo, agosto y noviembre. Presenta una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Se encuentra en Peligro de Crítico de Extinción (CR) debido a su baja abundancia poblacional. Existen reportes de esta especie al interior de los Parques Nacionales Naturales de: Cahuinari, Rio Puré y Amacayacu. Está presente en el Plan de Acción de Conservación de las Zamias de Colombia y se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Investigadores del instituto SINCHI monitorean subpoblaciones de esta especie en la Amazonia colombiana. Es una Zamia de porte bajo, que se establece en sitios cálidos, húmedos, sombreados, la cual posee un buen potencial ornamental aún inexplorado en Colombia. No está representada en ninguna colección de Cycadales en Colombia y requiere que se fortalezcan e implementen estrategias de conservación tanto in situ como ex situ.
Nativa de Suramérica, crece en los bosques húmedos tropicales de la región de la Amazonia en Brasil, Colombia y Venezuela. En Colombia se distribuye hacia el sur de la región de la Amazonía en el departamento de Amazonas. Su nombre es en honor a Tingénieur Paul Le Cointe, amigo y acompañante en la expedición a Brasil cuando fue descubierta esta especie por el explorador Austriaco Walter Adolpho Ducke, notable naturalista, entomólogo, etnógrafo y botánico. Es una planta frecuente dentro de su área de distribución ya que se estiman al menos 15000 individuos adultos. Son plantas terrestres con rizoma subterráneo, con 4 hojas de hasta 2.5 metros, compuestas por hasta 80 foliolos y peciolos con pequeños aguijones. Megastróbilos marrón; microstróbilos marrón, ambos reportados en abril y septiembre. Presenta una estrecha relación con algas verdes y azules (Nostoc) contenidas en raíces coraloides superficiales que le ayudan a fijar nitrógeno. Está Cerca de estar Amenazada (NT) ya que alguna parte de su distribución natural se encuentra degradada por la deforestación, sin embargo, existen reportes de esta especie al interior del Parque Nacional Natural Yaigojé-Apaporis. Está presente en el Plan de Acción de Conservación de las Zamias de Colombia y se ha logrado visibilizar su problemática de conservación a diferentes actores involucrados. Investigadores del instituto SINCHI han documentado algunas subpoblaciones de esta especie en la Amazonía colombiana. Es una Zamia de porte medio, que se establece bien en sitios cálidos, húmedos y sombreados, la cual posee un buen potencial ornamental aún inexplorado en Colombia. No está representada en ninguna colección de Cycadales en Colombia y requiere que se fortalezcan e implementen algunas estrategias de conservación in situ y ex situ.
Flora de Colombia. Monografía No. 21 Orden Cycadales. D. W. Stevenson, 2001 | Atlas de la Biodiversidad de Colombia. Zamia |
Guía Ilustrada de Campo de las Zamias de Colombia |
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